El inmenso trabajo evangelizador de los redentoristas polacos. Desde 1938 hasta marzo de 1962, con la llegada de los sacerdotes redentoristas polacos a Charata, la Iglesia San Miguel Arcángel de Las Breñas, es atendida por presbíteros del Santísimo Redentor. Durante esos 23 años se sucedieron los padres Alfredo Müller, Ricardo Vetter, Tadeo Mitera, Estanislao Ciurey, Luis Stando, Eduardo Hryniewicki, Casimiro Kalemba, Wenceslao Pilarczyk, Estanislao Misiaszek, Mariano Kienarski y Casimiro Rutkowski “Casimirito”, como todos lo llamaban para diferenciarlo de Kalemba que era un hombre alto y fornido.

Con su devoción a San Miguel Arcángel construye la iglesia de Las Breñas. La divina providencia hizo que la petición fuera escuchada y le correspondiera un sacerdote de la Orden a San Francisco de Asís cumplirla.

En 1927 realizó su primera misión en Las Breñas el franciscano Wenceslao Espinosa, perteneciente a la provincia de Asunción del Río de la Plata; había nacido en Tucumán e integró la Comisaría de Misioneros, afectado a la provincia de San Miguel de Arcángel que comprende Santa Fe, Corrientes, Entre Ríos, Chaco y Formosa; misionó en San Martín norte, Santa Fe, y el Chaco, impulsando la Orden Franciscana Seglara, llamada también Tercera Orden.

Estos dos curas alemanes, Juan Holzer y Matías Breuer, visitaban esta parte del Chaco desde 1924, especialmente asistiendo a sus connacionales de la colonia alemana. Sus centros misionales de novenas y celebración eran el a chacra de Juan Sommer, entre Charata y Las Breñas; en Juan Wasinger, a 3 leguas de General Pinedo, hoy Colonia San Antonio; y en el domicilio rural de Rotisberger, Mesón de Fierro y los Guaycos al noroeste de Charata. En otras oportunidades los acompañaban los sacerdotes Karnbauer, Steimel y Häck.

Austríaco y una vida digna de un cristiano de ley. El émulo de Esteban Rams en Las Breñas, salvando las distancias y el tiempo, fue don Eduardo Fritz, personaje especial con una vida jalonada de peripecias, y tragedias personales, soportadas únicamente por su inquebrantable fe en Dios, había nacido el 14 de febrero de 1865 en Dalas, distrito de Voralberg, Austria, y a los 7 meses de haberse casado con Anna Herter en 1901, emprende viaje a Tanganica o Tangañica (hoy, República Unida de Tanzania), este del África, donde los alemanes en 1884 habían establecido colonias por medio de tratados con los jefes tribales. En 1886 y 1890 el Reino Unido y Alemania, se habían visto obligados a delimitar sus esferas de influencia en África Oriental, lo que trajo en consecuencia el Protectorado de Zanzíbar a cargo de los ingleses y la implantación por parte de Alemania en 1891 del Protectorado de Tanganica con gobernador en Dar es Salaam.

La mayoría de los inmigrantes, además de tener ansias de progreso y buscar países en el mundo con más equidad y justicia que los suyos, estuvo imbuida por una gran fe en Dios, y cumplieron el mandato de Jesús dado a sus discípulos antes de la Ascensión a los Cielos, “Vayan, instruyan a las naciones bautizándolas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo y yo estaré con ustedes hasta el fin del mundo”. Así lo creyeron y así lo hicieron.