Austríaco y una vida digna de un cristiano de ley. El émulo de Esteban Rams en Las Breñas, salvando las distancias y el tiempo, fue don Eduardo Fritz, personaje especial con una vida jalonada de peripecias, y tragedias personales, soportadas únicamente por su inquebrantable fe en Dios, había nacido el 14 de febrero de 1865 en Dalas, distrito de Voralberg, Austria, y a los 7 meses de haberse casado con Anna Herter en 1901, emprende viaje a Tanganica o Tangañica (hoy, República Unida de Tanzania), este del África, donde los alemanes en 1884 habían establecido colonias por medio de tratados con los jefes tribales. En 1886 y 1890 el Reino Unido y Alemania, se habían visto obligados a delimitar sus esferas de influencia en África Oriental, lo que trajo en consecuencia el Protectorado de Zanzíbar a cargo de los ingleses y la implantación por parte de Alemania en 1891 del Protectorado de Tanganica con gobernador en Dar es Salaam.

Don Eduardo, por contactos con la iglesia católica alemana, se dirigía a Tanganica para colonizar y evangelizar, con una misión especial de sinodal por ser carpintero, para enseñar también a los nativos el oficio de trabajar la madera. Pero su esposa Anna, víctima de una afección gastrointestinal producida por el agua, falleció en territorio africano en la estación de Kilosa, en febrero de 1901, por lo que Fritz, regresó a Austria. En diciembre del mismo año vuelve a cruzar el Ecuador por tercera vez, casado en segundas nupcias con Augusta Amberger, nacida en Passau, distrito de Bayern, Alemania, y se radican con la misión en Iringa, cerca de Dar es Salaam, en la tierra que fue visitada por los exploradores John Speke, Richard Burton, el misionero explorador David Livingstone y el periodista explorador Henry Stanley.

Estuvo 18 años en Tanganica donde, además de difundir el Evangelio de Jesús, tuvo a su cargo una gran explotación agrícola donde trabajaban nativos en el cultivo del algodón y sisal. Nacieron allí 6 de sus hijos, Wolfang, Michel, Ferdinand, Sigfried, Augusta y Eduardo. Aprendió el idioma Kisualle de las tribus del lugar, conoció el Kilimanjaro de 5900 mt de altura y su rica fauna con los búfalos, elefantes, cebras, cocodrilos e hipopótamos en las desembocaduras de los ríos en el lago Tanganica.

Desde 1905 a 1907 soportó la rebelión Maji Maji contra los alemanes que fue sofocada, pero después de la Primera Guerra Mundial, Tanganica pasó a manos del Reino Unido y los alemanes fueron tomados prisioneros por los ingleses; entre ellos, don Eduardo, separándolo de la familia y regresando ésta a Austria. Cuando en 1919, Tanganica pasa a mandato del Reino Unido, bajo el control de la Sociedad de las Naciones Unidas, Fritz es liberado y se reencuentra en Europa con su familia. En Austria nacerán 2 de sus hijos, Hannahilde y Joseph.

Por la prensa y los comentarios de amigos se informa que en la Argentina hay grandes extensiones de tierras que pueden ocupárselas para la producción. Tal vez, añorando las hectáreas que tuvo la oportunidad de poseer en Tanganica, viajan a nuestro país y por tener experiencia en el cultivo del algodón, llegan al Chaco en 1924, donde nacerá su única hija argentina, María.

Se instalaron en el lote 127, sección III de la Colonia Necochea, a 3 km de la estación en dirección oeste. Levantaron un rancho con techo de paja y a los dos meses, durante una mañana en que don Eduardo había ido al pueblo y su esposa Augusta y los demás chicos cortaban malezas en el campo, la precaria vivienda se incendió, salvándose milagrosamente Hannahilde y pereciendo carbonizado Joseph que todavía no contaba un año. El rancho se quemó íntegramente y con él, la documentación de la familia traída de Austria, especialmente lo actuado en África. A la semana, don Fritz, pedía prestado un catre en Las Breñas para que su esposa diera a luz a su hija María.

Reconstruida la vivienda, en 1925, don Eduardo que ya contaba con 60 años y doña Augusta, construyen en su campo una pequeña capilla donde entronizan un retablo de madera con la imagen del Sagrado Corazón de Jesús y un cuadro con la imagen de la Virgen del Perpetuo Socorro, ambos traídos de Austria. En un quebracho que, casualmente, a los 12 mt de altura presentaba una horqueta, colgó una campana que también había recibido de su país natal en compensación por una colaboración enviada para una revista católica. Con el corre del tiempo, sus familiares le enviarían mantelerías para el altar, ornamentos para el sacerdote, candelabros, un cáliz y copón equipando así su sacristía para los oficios religiosos.

Así comenzó don Eduardo Fritz a predicar el evangelio hasta que, en diciembre de 1925 llegó a la zona de Las Breñas, misionando, el padre redentorista alemán Juan Holzer, acompañado por el sacerdote Matías Breuer, los que ofician la primera misa oficial breñense en la capilla de Fritz, bautizando y celebrando casamientos.