La comunidad de fe de la parroquia San Miguel Arcángel acompañó a Santa Rosa en su fiesta patronal durante el triduo y en las actividades del viernes 30.
“La vocación a la Santidad se fortalece en la Oración” fue el lema que guio esta edición y previó intenciones para cada jornada previa al día de la fiesta patronal.
El martes 27 desde las 18:30, con la intención “por las mujeres y sus labores”, hubo adoración al Santísimo Sacramento, rezo del Rosario y celebración eucarística que presidió el párroco, presbítero Ernesto Rubén Pérez.
El miércoles y jueves en los mismos horarios y con idéntico programa fue con las intenciones “por las vocaciones sacerdotales y religiosas”, y “por los enfermos y necesitados”, respectivamente.
En cada jornada, al finalizar la ceremonia la comisión de la capilla dispuso para la venta empanadas crudas y fritas, con el objetivo de recaudar fondos que permitan el sostenimiento de los servicios y estructura del lugar.
Fiesta patronal
La jornada festiva fue el viernes 30 y se inició con adoración al Santísimo desde las 8 hs hasta las 11:30 con la participación de fieles de distintos capillas, movimientos y pastorales de la parroquia; poco después de las 18 hs comenzó la solemne procesión en honor a Santa Rosa de Lima por las calles del barrio y, al finalizar, fue la celebración de la Santa Misa.
La presidió el presbítero Walter Groh, vicario parroquial, quien proclamó el Evangelio y en la homilía destacó los valores que animaron la vida de Rosa, primera santa de América, destacando los valores de la virginidad entendida como un ofrecimiento a Dios y la necesidad de considerar en las vidas de cada uno este ofrecimiento ligado a la fecundidad; que cada uno trate de ser fecundo para la obra y gloria de Dios.
Primera capilla
Los redentoristas polacos, fundaron también la capilla taller de Santa María Virgen del Perpetuo Socorro, devoción mariana redentorista ya que dependía de la parroquia de Charata, frente a la manzana en la que años despues en 1950 Año del Libertador General San Martín se trazaría la Plaza dedicada al Padre de la Patria. A fines de la década del ’60 los sacerdotes italianos la consagrarían a Santa Rosa de Lima, como patrona de América Latina. Allí había un taller para enseñar corte y confección a las mujeres del barrio y especialmente a las de escasos recursos económicos que no podía abonar la cuota correspondiente en cualquier academia de corte y confección de la época. Esta capilla fue la primera de la zona urbana breñense.