El Instituto de Educación Superior “Miguel Neme” recordó este Día de San Cupertino, patrono de los estudiantes, coincidente con los diez años de la colocación de la imagen del santo en la sala de ingreso al edificio.

El 18 de septiembre es el día de honor a este santo patrono estudiantil, por lo que, en una fecha similar del año 2013, a dos meses de inaugurado el nuevo edificio de la institución de educación superior, fue colocado un cuadro con la imagen de San José de Cupertino, por iniciativa de quien era en ese momento director de estudios del profesorado de Ciencia Política, profesor Rubén Mansilla, y bendecido por el presbítero Ramón Roa, vicario parroquial.

Fue precisamente el padre Roa que consiguió poco tiempo después una imagen de Jesús en un madero, realizado por integrantes de una comunidad del Impenetrable chaqueño y la trajo a Las Breñas para ser colocado en este lugar.

El 19 de septiembre de 2017 el responsable de la parroquia San Miguel Arcángel, presbítero Osvaldo Santillán, estuvo en el Instituto de Educación Superior “Miguel Neme” donde bendijo una Cristo tallado en madera, que fue colocado junto a la imagen de San José de Cupertino, patrono de los estudiantes, y dos cuadros con la biografía y oración al santo. Participaron de la ceremonia, el rector Omar Alfredo Ailán, la vicerrectora Vilma Leiva; los directores de estudio de las carreras que se cursan en la institución, profesores Mirtha Coustau, Jorge Antonio Diaz, María del Carmen Miranda, Silvana Albarrán; docentes y alumnos que ocuparon todo el acceso y la planta superior del edificio.

Dificultad en los estudios.

Lo pusieron a estudiar para prepararse al sacerdocio, pero le sucedía que cuando iba a presentar exámenes se trababa todo y no era capaz de responder. Llegó uno de los exámenes finales y el pobre Fray José la única frase del evangelio que era capaz de explicar completamente bien era aquella que dice: "Bendito el fruto de tu vientre Jesús". Estaba asustadísimo, pero al empezar el examen, el jefe de los examinadores dijo: "Voy a abrir el evangelio, y la primera frase que salga, esa será la que tiene que explicar". Y salió precisamente la única frase que Fray Copertino se sabía perfectamente: "Bendito sea el fruto de tu vientre".

 Llegó al fin el examen definitivo en el cual se decidía quiénes serían ordenados. Y los primeros diez que examinó el obispo respondieron tan maravillosamente bien todas las preguntas, que el obispo suspendió el examen diciendo: "¿Para qué seguir examinando a los demás si todos se encuentran tan formidablemente preparados?". José, que era el próximo en turno y estaba atemorizado, se libró de tener que pasar el examen.

Es por eso que nuestro santo es el patrón de los estudiantes, especialmente de los que, como el, encuentran dificultades en sus estudios. El santo se complace en ayudarles. En su santuario de Osimo, Italia, sigue creciendo la documentación que testifica su intercesión.